No sé a vosotros, pero a pesar de lo que dicen algunos, a mí esta piedra me parece una especie de mapa de las estrellas… de “nuestro” cielo o de otro quizás, ya sabéis que quiero decir… de otro universo.
¿Podría ser que nuestros antepasados de hace 3000 años fueran de alguna manera conscientes de la existencia de otros mundos…?
¿…Por qué no?
Hay muchas más dimensiones a la vuelta de la esquina… Y no pocas.
Os lo puedo asegurar.